jueves, 8 de diciembre de 2011

Piensa que algo nuevo te espera cada día.

Sentir que hay algo nuevo, es mágico. Sentir que hay algo por lo que debemos intentarlo. Piensa que aun hay días que todavía están llegando, piensa que hay canciones que jamás as escuchado, piensa en lo que te queda por hacer. Piensa que hay historias que nadie te ha contado, piensa que hay lugares que nadie te ha enseñado, piensa en lo que te queda por hacer.

No serán pocos los que se te acerquen con una falsa sonrisa.

Que les den a todas y cada una de sus palabras, que sabes que no son verdad. Que sí, soy joven, pero he vivido lo suficiente para saber que los prejuicios aquí no son pocos, que la gente ahora no es original ni diferente, sino rara, y he notado que el ser convenido ha aumentado últimamente.
Fúmate sus juramentos, que no son tan ciertos como aseguran, y que todas sus promesas no valen nada. No te fíes de todo lo que oigas, cree solo en aquello que salga de las bocas que sabes que te quieren bien, porque no serán pocos los que se te acerquen con una falsa sonrisa y no muy buenas intenciones.
Bébete todas sus miradas por encima del hombro, todos los repasos que te den de arriba a abajo, todas las malas primeras impresiones que hacen que esas caras de paleto te juzguen sin mirarse a ellos mismos. Que ningún gilipollas tiene que venir a decirte qué hacer o cómo ser, porque ni siquiera ellos son perfectos, que bastante sabes tú en qué te equivocas o en qué eres un puto desastre para que vengan ellos a recordártelo, ¿tan poca vida tienen que sólo saben vivir de los males de los demás? Nadie es perfecto y, de todos modos, quien lo piense es demasiado imperfecto, inútil y patético.

No sabes lo que es la verdadera pérdida, porque ésta sólo se produce cuando amas algo mucho más de lo que te amas a ti mismo. Así que dudo que tú te hayas atrevido a amar a alguien hasta ese punto.

.

tequiero...

Seguí tu consejo. Sonríe, sonríe hasta que te duelan las mejillas, haz que todo vaya bien.
Lo hago. Pero me siento cansada... Hecho de menos nuestras conversaciones, hecho de menos nuestras risas, hecho de menos nuestras paranoyas, hecho de menos tus palabras... Hecho de menos demasiadas cosas... Te hecho de menos a ti. Dime...
¿Cuántos abrazos me debes?...
En un instante, en un solo instante se puede derrumbar todo aquello que creías que jamás se derrumbaría, se puede derrumbar toda tu felicidad. ¿Y entonces qué? Entonces es hora de plantarle cara al miedo y al orgullo y luchar con todas tus fuerzas para seguir adelante esperando que toda aquella felicidad y alegría vuelvan a ti. No, no es fácil. Pero nadie dijo que lo fuera. Pero en eso se basa la vida, ¿no? en caer y volver a levantarse, en seguir adelante y no quedarte en los baches, en sacar las cosas buenas de todo lo malo que te ocurra y en saber sonreírle a la vida aunque ella no te sonría a ti siempre. Y lo que hoy es una despedida, quizás mañana sea un saludo.

Decepción es la palabra.

En este tiempo me he dado cuenta que no siempre los buenos ganan, como sucede en las películas, ni que un día cualquiera, vendrá un chico al que no conoces y te prometerá el cielo, tampoco esperes recibir nada de personas a las que has querido mucho, porque al parecer cuanto mejor te portas con ellas, peor te lo pagan... así que, mejor tratarlas como la mierda, seguro que de esa forma las tienes todo el día detrás... Por eso yo ya no espero nada de nadie, ni pienso seguir buscando la felicidad de otro cuando ni yo misma me mantengo en pie, y total... ¿para qué? Si seguramente él no ve más allá de sus propias narices, y eso es algo que me cansa... Yo tratando de buscar soluciones a sus problemas, olvidándome de que mi gran problema es ese, dejarlo todo de lado para ayudar a una persona que despues de todo, no esta.
Es como gritar, pero sin que nadie te oiga. Casi te sientes avergonzada de que alguien sea tan importante, de que sin el te sientes como si no fueras nada. Nadie podrá entender cuanto duele, te sientes sin esperanza, como si nada pudiera salvarte y cuando todo termina y el ya se ha ido hasta deseas que todo lo malo regrese para que al menos también puedas tener lo bueno devuelta.